Claves para rentabilizar la plantilla con la reducción de la jornada laboral, Madrid 26 de marzo 2025.
Con la aprobación del anteproyecto de ley de reducción de la jornada laboral por parte del Consejo de Ministros, entramos en una nueva realidad en la que la rentabilidad de un restaurante no solo dependerá de sus costes operativos y su propuesta gastronómica, sino también de la eficiencia y el bienestar de su equipo humano.
En este contexto, Linkers, consultora de recursos humanos en hostelería, nos ofrece las claves para adaptar nuestro restaurante a la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. La estrategia debe centrarse en mejorar la productividad y optimizar los recursos sin afectar la calidad del servicio, implementándose con una planificación detallada para evitar un impacto negativo en la rentabilidad del negocio.
Menos horas, mayor eficiencia: un desafío para la empresa
Diversos estudios han demostrado que la reducción de la jornada laboral contribuye a aumentar la motivación, disminuir el absentismo y reducir el agotamiento laboral. En el sector de la restauración, donde la presión y la carga de trabajo son elevadas, una mejor distribución del tiempo puede traducirse en un equipo más comprometido y con mayor capacidad de atención al cliente. No obstante, el desafío para la empresa radica en equilibrar estos beneficios con la necesidad de mantener márgenes de beneficio saludables.

Para lograrlo, es imprescindible analizar la operativa del negocio y realizar ajustes que permitan absorber la reducción de horas sin incrementar significativamente los costes de personal.
Optimización de la productividad sin aumentar costes
Para implementar con éxito la reducción de horas sin comprometer la rentabilidad del negocio, es fundamental adoptar medidas estratégicas como:
- Revisión de procesos internos: la digitalización de la gestión de reservas, pedidos y facturación permite reducir tiempos muertos y mejorar la eficiencia operativa. Un software de gestión bien implementado puede optimizar los turnos de trabajo y minimizar el tiempo improductivo.
- Redistribución de tareas: un reparto más equitativo de las responsabilidades dentro del equipo evita sobrecargas innecesarias y mejora el rendimiento individual. Por ejemplo, en lugar de asignar tareas rígidas, se pueden establecer equipos rotativos que permitan una mayor flexibilidad y adaptación a la demanda del servicio.
- Formación continua: invertir en capacitación permite que el personal sea más polivalente y productivo en menos tiempo. Un camarero con conocimientos de coctelería puede asumir más funciones en momentos de alta demanda, evitando la necesidad de contratar más personal.
- Gestión del tiempo y productividad: implementar herramientas de seguimiento de tareas permite detectar cuellos de botella y mejorar la planificación de los turnos. Herramientas como cuadros de mando y análisis de desempeño pueden ayudar a tomar decisiones más informadas sobre la asignación de horas y recursos.

Ejemplo de éxito: un restaurante que implementó la reducción horaria
Un caso de éxito es el de un restaurante de alta demanda en Madrid, que redujo la jornada laboral a 37,5 horas semanales sin aumentar su plantilla. Para lograrlo, optimizó la operativa de cocina mediante un menú más eficiente que redujo los tiempos de preparación, reorganizó los turnos de su equipo para mejorar la rotación sin afectar el servicio y apostó por la digitalización de las comandas para reducir errores y tiempos de espera. Como resultado, no solo mejoró la satisfacción de los empleados, sino que también aumentó la eficiencia operativa y redujo los costes de desperdicio en un 15%.
Reducir la jornada laboral tiene, por supuesto, un impacto positivo en los trabajadores, pero el objetivo es también que la cuenta de resultados del restaurante no se resienta, o incluso note cierta mejora por el impacto en la reducción de horas para el equipo. Entre las mejoras que podrían darse se encuentran:
- Mayor satisfacción y fidelización del equipo, lo que reduce la rotación y los costes asociados a la contratación y formación de nuevos empleados.
- Mejora en la calidad del servicio, gracias a un personal más descansado y motivado, lo que impacta en una mayor lealtad de los clientes y un incremento en el ticket medio.
- Reducción del estrés laboral, lo que disminuye los errores en cocina y sala, optimizando los costes operativos.
Un modelo de gestión sostenible y rentable
Cada vez más restaurantes en España están apostando por modelos laborales sostenibles que priorizan el bienestar de sus equipos sin comprometer la rentabilidad. La clave del éxito radica en la planificación eficiente, la incorporación de herramientas tecnológicas y una cultura organizativa basada en la colaboración y el respeto por el tiempo de los trabajadores.

En un sector altamente competitivo, adoptar medidas que mejoren la calidad de vida del personal no solo refuerza la imagen del negocio, sino que también se traduce en una mejor experiencia para el cliente y un incremento en la rentabilidad a largo plazo. Para los empresarios, la clave está en ver esta estrategia no como un gasto adicional, sino como una inversión en eficiencia y fidelización tanto de empleados como de clientes.
Como dice la directora general de Linkers: “Cuando la norma laboral cambia, no hay más remedio que adaptarse; lo ideal es considerarlo como un desafío y aprovechar esa adaptación para mejorar los procesos y la redistribución de tareas del equipo. Quizás lleguemos no solo a una correcta adaptación, sino a una mejora de la rentabilidad”.